¿Cómo podría definir el mundo en su
sentido espiritual?
¿Por qué es tan perjudicial para un
cristiano practicar conductas mundanas?
¿QUÉ ES EL
MUNDO?
La definición
de "mundo". Cuando se habla y se usa la
palabra "mundo," hay varias definiciones que pueden venir a la mente.
Por ejemplo, el diccionario menciona éstas:
"conjunto de todo cuanto existe, tierra, gran continente, planeta,
género humano, sociedad humana."[1] ¿Estamos luchando en contra de estas
cosas? ¡No! Entonces, ¿qué quiere decir "mundo"
en la frase "vencer el mundo"?
Tenemos que
estudiar la Biblia para descubrir la respuesta a la pregunta anterior. En 1 Juan
2:15-17 nos da una idea en cuanto al significado del término
"mundo." En 1Juan 2:16 dice: Porque todo lo que hay en el
mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la
vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Las cosas que nos hacen
caer en pecado son cosas de este mundo.
R.C.H.Lenski, comentando sobre este pasaje, dice que el mundo es
cualquier cosa que en su conexión, tendencia e influencia es hostil a Dios, a
Cristo y a su reino.[2] Juan Wesley, el gran predicador y evangelista
inglés y fundador de la Iglesia Metodista, dijo: Lo que entibia mi pasión por Cristo es el mundo.[3] Entonces, podemos definir "mundo" como
todo lo que se opone a Dios y a su voluntad.
Las cosas del
mundo son tentaciones para el creyente. Es difícil no caer en estas
tentaciones. Por esto que cada creyente
tiene que estar preparado para enfrentarlas con valor, y vencerlas.
El emperador
del mundo. Cuando hablamos de lo que se opone a Dios, no
estamos haciendo una referencia solamente a cosas o pensamientos sino a seres
también. El líder de este grupo de seres
es llamado por Jesús el "príncipe de este mundo" (Juan 12:31; 14:30; 16:11) y por Pablo
"el príncipe de este siglo" (1Corintios
2:6-8). Estamos hablando de Satanás.
Hay que entender que hay un mundo entero bajo su control y a su disposición.
Dice Juan, Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno (1Juan 5:19). Él usa cualquier cosa o
persona bajo su control para hacernos caer en sus trampas. Por ejemplo, él
puede seducirnos con el dinero para que compremos cosas malas. O puede usar un
compañero incrédulo que nos invite hacer algo que no nos conviene. ¡Cuidado!
El ejército
del mundo. El ejército que sigue a Satanás está compuesto por
dos grupos distintos: los demonios (los seres celestiales) y los seres humanos
no renacidos.
Los demonios. Jesús llama a Satanás el príncipe de los demonios (Mateo 9:34; 12:24; Marcos 3:22; Lucas 11:15),
y Pablo le llama el príncipe de la
potestad del aire (Efesios 2:2).
Es decir, él tiene legiones de espíritus malos o demonios que le siguen y hacen
todo tipo de mal. Pablo declara que nuestra lucha es contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes (Efesios 6:12). Aunque no se ven, los demonios están muy
activos en este mundo. Ellos están
oprimiendo la mente y el cuerpo de los hombres. Están alienando a los hombres
de Dios. Nunca debemos subestimar el poder que ejercen en este mundo.
Los seres humanos no renacidos.
Todos los que no han nacido de nuevo son miembros del ejército de Satanás.
Hombres, mujeres y niños son usados por Satanás para hacer caer a los
creyentes. Pablo dijo que el príncipe ahora opera en los hijos de desobediencia
(Efesios 2:2). Santiago enseña que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios....Cualquier, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios (Santiago 4:4).[4] Estos, por estar cegados por el diablo, se
ponen en contra de los que han sido liberados de Satanás y del mundo. Somos el blanco de sus burlas porque no
entienden que Satanás los controla. Jesús dijo a sus discípulos, Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero porque no sois del mundo....por eso el mundo os aborrece (Juan 15:19). Juan también explicó que todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de
Dios....Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye"
(1 Juan 4:3,5). Por no ser
redimidos, ellos pertenecen a este sistema que se opone a Dios.
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