sábado, 5 de diciembre de 2015

El Baustismo

EL MANDATO DEL BAUTISMO
El bautismo tiene un trasfondo judíoLos judíos practicaban una purificación ceremonial, tanto para persona como para ropa, utensilios, y muebles (Levítico 8:6; Éxodo 19:10-14).  Juan el Bautista eligió esta costumbre, dándole un nuevo significado.  Él empezó a bautizar en el Río Jordán (Mateo 3:5-6; Marcos 1:4-5; Lucas 3:21; Juan 1:29-31). Su bautismo también simbolizó el lavamiento (perdón) de pecados efectuado por el arrepentimiento (Lucas 3:3).  Su bautismo fue más allá de la purificación ceremonial.  Él bautizó en anticipación de la venida de Jesús y su reino.  Por eso él señaló: mas para que Jesús fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua (Juan 1:31b).

Jesús mandó que practicaran el bautismo.  Cuando Jesús estaba por ascender a los cielos, quiso dejar algunas instrucciones muy claras a sus discípulos. En Mateo 28:18-20 están escritas las palabras que Jesús les habló. El mandato principal es haced discípulos el cual es igual a Id... y predicad el evangelio en Marcos 16:15.  Si sigue leyendo, encontrará que Jesús dijo que habían que bautizarlos en el nombre del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Nos hace recordar del propio bautismo de Jesús por Juan, ¿verdad? (Mateo 3:13-17).  Entonces, después de convertirse, el creyente tenía que ser bautizado.  Esto es parte del mandato que Jesús dejó a sus discípulos. Y si querían obedecerle, era obligatorio que bautizaran a los nuevos discípulos. El mandato no ha cambiado.  Pero, ¿por qué bautizar?  ¿Cuál es el significado del bautismo?
              EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO
El bautismo simboliza la limpieza del corazón. ¿Qué pasa cuando una persona confiesa sus pecados?  1a Juan 1:7 dice: "pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado".  Cristo murió en la cruz por nosotros, y su sangre limpia los corazones de cada persona que cree en él.  El versículo 9 del mismo libro y capítulo dice: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".  Entonces se puede concluir que el agua que se usa para bautizar a un creyente simboliza la limpieza del corazón que sucede en el momento cuando uno cree en Cristo y pide perdón de sus pecados.
Cuando el Apóstol Pablo habló de su conversión a Cristo, él usó palabras semejantes para describir lo que sucedió.  En Hechos 22:16 citó las palabras de Ananías que le dijo Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.[1]  Ananías cumplió con el mandato de Jesús al bautizar a Pablo después de su conversión.
El bautismo simboliza la muerte con Cristo.  Pablo enseña eso en Romanos 6:1-4.  En el contexto de Romanos, Pablo habla de la justificación (la nueva posición delante de Dios) y la santificación (el crecimiento progresivo en santidad) del creyente.  Específicamente, en el capítulo 6, Pablo habla de la unión del creyente con Cristo en su muerte y resurrección.  Pablo usa el bautismo para ilustrar esta unión vital con Cristo en su muerte.  Los versículos 3 y 4 dicen ¿"O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?  Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva".  La muerte de Cristo ganó nuestra libertad de la esclavitud al pecado.  Cuando nos convertimos a Cristo, morimos al poder del pecado, y el bautismo simboliza esta muerte.  Y el mismo poder de Dios que levantó de los muertos a Cristo, ayuda al creyente a andar  en vida nueva.
 LA PRÁCTICA DEL BAUTISMO
La iglesia primitiva practicaba el bautismo. Por causa del mandato que Jesús dejó a sus discípulos, ellos siempre predicaban el arrepentimiento acompañado por el bautismo.  Pedro, después de haber terminado su sermón en el día de Pentecostés, y como respuesta a la pregunta "¿Qué haremos?" dijo Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados (Hechos 2:38).  Tres mil personas recibieron su palabra y fueron bautizadas (Hechos 2:41).  Felipe también predicaba el evangelio y bautizaba a los que fueron salvos (Hechos 8:12-13, 38). Lea estos otros ejemplos:
Saulo (luego Pablo) (Hechos 9:18;  Hechos 22:16)
Cornelio y su familia y amigos (Hechos 10:47)
Lidia y su familia (Hechos 16:15)
El carcelero de Filipos y su familia (Hechos 16:33)
Crispo, su familia, y muchos corintios (Hechos 18:18).
Los creyentes de hoy deben ser bautizados. Es evidente que la iglesia primitiva tomaba en serio el mandato de Jesús; y es importante que usted entienda que los creyentes hoy día también deben tomar en serio esta ordenanza.
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         [1] Esto no significa que por el bautismo en agua está literalmente lavando sus pecados, sino que el acto representa el lavamiento de sus pecados que aconteció en su conversión.