¿Por qué es una responsabilidad
ineludible para el cristiano comunicar a otros el evangelio?
¿Qué temas específicos incluye el mensaje del evangelio?
¿Qué temas específicos incluye el mensaje del evangelio?
Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna”.
Si el objeto del amor de Dios es la humanidad,
tiene sentido que todo el mundo deba oír acerca de este amor.
EL MANDATO DE
LA PROCLAMACIÓN (Marcos 16:14-16)
¿Quién dio el
mandato? Después de
su resurrección y antes de su ascensión, Jesús estaba con los discípulos,
dándoles algunas instrucciones finales.
Es interesante que, según el versículo
14, Jesús amonestó a sus discípulos porque no creían los relatos acerca de
su resurrección y aparición a otros.
Jesús les había dicho que él iba a morir y resucitar, pero ellos no
habían entendido. Y ahora Jesús va a separarse de ellos y quería dejarles
instrucciones claras en cuanto al trabajo que esperaba de ellos.
Jesús había
provisto la salvación por medio de su muerte en la cruz y su resurrección. Entonces era lógico que fuese él quien diera
este mandato. Él quería que todo el mundo tuviera la oportunidad de experimentar
la salvación. Así que Jesús dejó esta misión a los que iban a seguirle.
¿A quién fue
dado el mandato?
En el versículo 15 dice, Y les dijo... El pronombre "les" se refiere a los
once mencionados en el versículo 14.
Entonces Jesús dio este mandato a los discípulos. Ellos habían estado con Jesús
por tres años aprendiendo de él. Ahora su responsabilidad era llevar este
mensaje al mundo. Jesús iba a ascender al cielo, como les había explicado (Juan 16:5-22). Alguien debía anunciar
al mundo lo que Jesús había logrado. Pero, ¿quién?
Naturalmente los discípulos iban a hacer este trabajo.
Pero ellos,
no fueron los únicos que llevaron el mensaje, pues enseñaban a los que creyeron
en Jesús que era su responsabilidad también llevar el mensaje a otros. Esto se descubre leyendo el libro de los Hechos 8:4, 12, 26. Y hoy día esta
responsabilidad continúa con nosotros. En cada generación el mandato de Jesús
es un reto a los creyentes. Así que Jesús manda una misión específica ("hacer discípulos"). Jesús
quiere usarlo a usted en la proclamación
del evangelio.
¿Qué significa
"evangelio"? La palabra traducida "evangelio" es la
transliteración de una palabra en griego que significa "buenas nuevas". Pero, ¿qué son estas "buenas
nuevas"? Jesús citó Isaías 61:1
y lo aplicó a sí mismo, cuando dijo: El
espíritu del Señor está sobre mí...para dar
buenas nuevas (evangelizar) a los pobres...a sanar a los quebrantados de
corazón.... (Lucas 4:18). Entonces, tiene algo que ver con la obra de
Jesús. Pedro nos da más información en Hechos 10 cuando dice: Dios envió mensaje a los hijos de Israel,
anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de
todos (versículo 36). Podemos
decir, entonces, que las buenas nuevas son las noticias de que Jesucristo, por
medio de su muerte y resurrección, ha hecho posible que exista paz entre Dios y
el hombre. Esta paz se disfrutaría
cuando Jesús llega a ser el Señor de nuestra vida. Este es el mensaje que Jesús quería que sus
discípulos publicaran.
¿A quién debe
ser dirigido el evangelio? Jesús mandó que sus discípulos
predicaran el evangelio a toda criatura
(Marcos 16:15). ¿Quiénes son estas
criaturas? ¡Obviamente no iban a predicar a los animales y árboles! El contexto aclara y delimita quiénes son.
Deben tener la capacidad de oír el mensaje, y la facultad para hacer una
decisión basada en el mensaje escuchado.
Entonces el mandato era que predicaran a toda la raza humana. Cada
persona que vive tiene el derecho y la necesidad de oír que la salvación puede
ser suya. Mateo captó estas palabras de Jesús, haced discípulos a todas las
naciones (Mateo 28:19). Por eso hay misioneros que van a otros países
para llevar el mensaje.
LA MANERA DE
LA PROCLAMACIÓN
En 1 Pedro capítulos 1-2; Pedro describe la
vida santa que los creyentes deben llevar y cómo lograr vivir esta vida. En el capítulo 2 versículos 9 y10 hay una
buena descripción del creyente. Lo describe como linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios. Después él declara que el creyente tiene la responsabilidad de llevar
el mensaje del evangelio al mundo. Se destacan dos formas (maneras) que se debe
utilizar para llevar el mensaje al mundo:
Por nuestra
voz. El versículo 9 del pasaje anterior dice, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas
a su luz admirable. La palabra traducida "anunciar" solamente
ocurre aquí en el Nuevo Testamento. Es una palabra compuesta de dos palabras,
que juntas significan "declarar, pregonar, publicar". La manera más
directa para lograr esto es por la voz, es decir, hablando. Es obvio, entonces,
que si el mundo va a oír el mensaje (las
virtudes de aquel que nos llamó) los creyentes tienen que hablarles. En el
libro de los Hechos tenemos ejemplos que podemos seguir:
5:42 no cesaban de...predicar a Jesucristo.
8:4 iban por todas partes anunciando el evangelio
8:25 en muchas poblaciones...anunciaron el evangelio
8:40 Felipe...anunciaba el evangelio en todas las ciudades
9:20 predicaba a Cristo en las sinagogas
11:20 hablaron...anunciando el evangelio del Señor Jesús
14:7 y allí predicaban el evangelio
15:35 anunciando el evangelio con otros muchos
28:31 predicando el reino de Dios
Entonces, la
manera más obvia de anunciar el mensaje de salvación es por medio de nuestra
boca. Y la tarea es grande, porque
todavía hay personas que nunca han oído por primera vez el evangelio.
Por nuestra
vida. Hay que saber que también
nosotros podemos anunciar el evangelio por medio de nuestra vida. Pedro viene
hablando de esta vida santa que debemos llevar (1Pedro 2:9). Entonces, la vida que vivimos ante el mundo habla
mucho de lo que el Señor ha hecho en nosotros. En el versículo 10 Pedro les
dijo, no erais pueblo, pero que ahora
sois pueblo de Dios. Nosotros ahora somos
el pueblo de Dios, es decir, en cada aspecto de nuestra vida somos lo que el
Señor ha adquirido para sí mismo.
Nuestras costumbres, hábitos, manera de hablar, manera de vestirnos,
todo nuestro ser debe mostrar que somos gente comprada por Dios. Esta es una razón por la cual Pablo enfatizó
tanto en sus epístolas la importancia del buen testimonio. Siempre hay alguien que nos está mirando y
observando. Hay un dicho que dice: Es posible que la única Biblia que algunas
personas van a leer sea usted.
EL MENSAJE DE
LA PROCLAMACIÓN
El método
para presentar el mensaje puede variar según las circunstancias. Pero el
mensaje es siempre el mismo.
El amor de
Dios. Una de las cosas más
importantes que las personas necesitan saber es que Dios los ama. Juan 3:16 es el versículo más obvio
para usar en la enseñanza de esta verdad. Dice: “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna”.
Dios ama al mundo, es decir, a todas las personas que viven en cualquier
tiempo y en cualquier lugar. Esto es la buena nueva para un mundo que no
entiende qué es el amor verdadero.
El pecado del
hombre. El problema es que hay algo que no le permite al
mundo aprovechar este amor de Dios. Isaías
59:2 explica, pero vuestras
iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros
pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. La situación entre Dios y el hombre es que el
pecado del hombre es una barrera entre él y Dios. Por el pecado del hombre Dios
no tiene contacto con el hombre. Esta separación afecta a toda la raza humana. Romanos 3:23 dice: “por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Todo ser humano es culpable de haber
pecado contra Dios, de haber construido una barrera entre él y Dios.
La muerte de
Cristo. Entonces,
¿cómo es posible que el hombre aproveche el amor de Dios, y reciba perdón de
sus pecados? Sólo por la muerte de
Jesucristo. Jesús, siendo Dios, tomó la forma de un ser humano, para llevar los
pecados del hombre a la cruz y pagar el precio necesario para que todos los
hombres restauraran su comunión con Dios. 1Pedro
3:18 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo
por los injustos, para llevarnos a Dios”. Jesús es el puente sobre el
abismo entre Dios y el hombre.
El poder para
ser hijos de Dios. Jesús murió por nosotros para que, creyendo en Él (Juan 3:16), Dios perdonara nuestros
pecados. Juan 1:12 señala: “Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios”.
Los que creen que Jesús ha muerto por sus pecados, y confiesan sus
pecados a Dios, reciben el perdón de Dios. Y así, llegan a ser "hijos de
Dios". Entonces los que reciben a
Cristo y creen en El son sus hijos.> Memorice: Mateo 28:19-20. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén".
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