jueves, 14 de enero de 2016

La Proclamación del Evangelio

¿Por qué es una responsabilidad ineludible para el cristiano comunicar a otros el evangelio?
¿Qué temas específicos incluye el mensaje del evangelio?

Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Si el objeto del amor de Dios es la humanidad, tiene sentido que todo el mundo deba oír acerca de este amor.

EL MANDATO DE LA PROCLAMACIÓN  (Marcos 16:14-16)
¿Quién dio el mandato?  Después de su resurrección y antes de su ascensión, Jesús estaba con los discípulos, dándoles algunas instrucciones finales.  Es interesante que, según el versículo 14, Jesús amonestó a sus discípulos porque no creían los relatos acerca de su resurrección y aparición a otros.  Jesús les había dicho que él iba a morir y resucitar, pero ellos no habían entendido. Y ahora Jesús va a separarse de ellos y quería dejarles instrucciones claras en cuanto al trabajo que esperaba de ellos.
Jesús había provisto la salvación por medio de su muerte en la cruz y su resurrección.  Entonces era lógico que fuese él quien diera este mandato. Él quería que todo el mundo tuviera la oportunidad de experimentar la salvación. Así que Jesús dejó esta misión a los que iban a seguirle.
¿A quién fue dado el mandato?  En el versículo 15 dice, Y les dijo...  El pronombre "les" se refiere a los once mencionados en el versículo 14. Entonces Jesús dio este mandato a los discípulos. Ellos habían estado con Jesús por tres años aprendiendo de él. Ahora su responsabilidad era llevar este mensaje al mundo. Jesús iba a ascender al cielo, como les había explicado (Juan 16:5-22). Alguien debía anunciar al mundo lo que Jesús había logrado. Pero, ¿quién? Naturalmente los discípulos iban a hacer este trabajo.

Pero ellos, no fueron los únicos que llevaron el mensaje, pues enseñaban a los que creyeron en Jesús que era su responsabilidad también llevar el mensaje a otros.  Esto se descubre leyendo el libro de los Hechos 8:4, 12, 26. Y hoy día esta responsabilidad continúa con nosotros. En cada generación el mandato de Jesús es un reto a los creyentes. Así que Jesús manda una misión específica ("hacer discípulos"). Jesús quiere usarlo a usted  en la proclamación del evangelio.
¿Qué significa "evangelio"? La palabra traducida "evangelio" es la transliteración de una palabra en griego que significa "buenas nuevas". Pero, ¿qué son estas "buenas nuevas"? Jesús citó Isaías 61:1 y lo aplicó a sí mismo, cuando dijo: El espíritu del Señor está sobre mí...para dar  buenas nuevas (evangelizar) a los pobres...a sanar a los quebrantados de corazón.... (Lucas 4:18).  Entonces, tiene algo que ver con la obra de Jesús.  Pedro nos da más información en Hechos 10 cuando dice: Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos (versículo 36). Podemos decir, entonces, que las buenas nuevas son las noticias de que Jesucristo, por medio de su muerte y resurrección, ha hecho posible que exista paz entre Dios y el hombre.  Esta paz se disfrutaría cuando Jesús llega a ser el Señor de nuestra vida.  Este es el mensaje que Jesús quería que sus discípulos publicaran.
¿A quién debe ser dirigido el evangelio? Jesús mandó que sus discípulos predicaran el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15). ¿Quiénes son estas criaturas? ¡Obviamente no iban a predicar a los animales y árboles!  El contexto aclara y delimita quiénes son. Deben tener la capacidad de oír el mensaje, y la facultad para hacer una decisión basada en el mensaje escuchado.  Entonces el mandato era que predicaran a toda la raza humana. Cada persona que vive tiene el derecho y la necesidad de oír que la salvación puede ser suya. Mateo captó estas palabras de Jesús, haced discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19).  Por eso hay misioneros que van a otros países para llevar el mensaje.
LA MANERA DE LA PROCLAMACIÓN
En 1 Pedro capítulos 1-2; Pedro describe la vida santa que los creyentes deben llevar y cómo lograr vivir esta vida. En el capítulo 2 versículos 9 y10 hay una buena descripción del creyente. Lo describe como linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios. Después él declara que el creyente tiene la responsabilidad de llevar el mensaje del evangelio al mundo. Se destacan dos formas (maneras) que se debe utilizar para llevar el mensaje al mundo:
Por nuestra voz. El versículo 9 del pasaje anterior dice, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. La palabra traducida "anunciar" solamente ocurre aquí en el Nuevo Testamento. Es una palabra compuesta de dos palabras, que juntas significan "declarar, pregonar, publicar". La manera más directa para lograr esto es por la voz, es decir, hablando. Es obvio, entonces, que si el mundo va a oír el mensaje (las virtudes de aquel que nos llamó) los creyentes tienen que hablarles. En el libro de los Hechos tenemos ejemplos que podemos seguir:
5:42     no cesaban de...predicar a Jesucristo.
8:4       iban por todas partes anunciando el evangelio
8:25     en muchas poblaciones...anunciaron el evangelio
8:40     Felipe...anunciaba el evangelio en todas las ciudades
9:20     predicaba a Cristo en las sinagogas
11:20   hablaron...anunciando el evangelio del Señor Jesús
14:7     y allí predicaban el evangelio
15:35   anunciando el evangelio con otros muchos
28:31   predicando el reino de Dios

Entonces, la manera más obvia de anunciar el mensaje de salvación es por medio de nuestra boca.  Y la tarea es grande, porque todavía hay personas que nunca han oído por primera vez el evangelio.
Por nuestra vida.  Hay que saber que también nosotros podemos anunciar el evangelio por medio de nuestra vida. Pedro viene hablando de esta vida santa que debemos llevar (1Pedro 2:9). Entonces, la vida que vivimos ante el mundo habla mucho de lo que el Señor ha hecho en nosotros. En el versículo 10 Pedro les dijo, no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios. Nosotros ahora somos el pueblo de Dios, es decir, en cada aspecto de nuestra vida somos lo que el Señor ha adquirido para sí mismo.  Nuestras costumbres, hábitos, manera de hablar, manera de vestirnos, todo nuestro ser debe mostrar que somos gente comprada por Dios.  Esta es una razón por la cual Pablo enfatizó tanto en sus epístolas la importancia del buen testimonio.  Siempre hay alguien que nos está mirando y observando.  Hay un dicho que dice: Es posible que la única Biblia que algunas personas van a leer sea usted.
EL MENSAJE DE LA PROCLAMACIÓN
El método para presentar el mensaje puede variar según las circunstancias. Pero el mensaje es siempre el mismo. 
El amor de Dios.  Una de las cosas más importantes que las personas necesitan saber es que Dios los ama. Juan 3:16 es el versículo más obvio para usar en la enseñanza de esta verdad. Dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Dios ama al mundo, es decir, a todas las personas que viven en cualquier tiempo y en cualquier lugar. Esto es la buena nueva para un mundo que no entiende qué es el amor verdadero.
El pecado del hombre. El problema es que hay algo que no le permite al mundo aprovechar este amor de Dios. Isaías 59:2 explica, pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.  La situación entre Dios y el hombre es que el pecado del hombre es una barrera entre él y Dios. Por el pecado del hombre Dios no tiene contacto con el hombre. Esta separación afecta a toda la raza humana. Romanos 3:23 dice: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Todo ser humano es culpable de haber pecado contra Dios, de haber construido una barrera entre él y Dios. 
La muerte de Cristo.  Entonces, ¿cómo es posible que el hombre aproveche el amor de Dios, y reciba perdón de sus pecados?  Sólo por la muerte de Jesucristo. Jesús, siendo Dios, tomó la forma de un ser humano, para llevar los pecados del hombre a la cruz y pagar el precio necesario para que todos los hombres restauraran su comunión con Dios. 1Pedro 3:18 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios”. Jesús es el puente sobre el abismo entre Dios y el hombre.
El poder para ser hijos de Dios. Jesús murió por nosotros para que, creyendo en Él (Juan 3:16), Dios perdonara nuestros pecados. Juan 1:12 señala: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.  Los que creen que Jesús ha muerto por sus pecados, y confiesan sus pecados a Dios, reciben el perdón de Dios. Y así, llegan a ser "hijos de Dios".  Entonces los que reciben a Cristo y creen en El son sus hijos.

> Memorice: Mateo 28:19-20. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén".
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